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Lo
códigos teatrales se amontonan en un rincón ,
dispersos , desordenados , de tamaño y volumen infinito ;
son como ladrillos , como agua , tan abstractos y tan
necesariamente concretos; y el proceso de narrar es como una
eterna maldición , narrando de tiempos remotos , narrando
en los frisos , en la tiza sober la tierra , cortezas , y
la narración se transforma en memoria , la naturaleza
adquiere carracter de narrativa a proteger , los parques
naturales son museos , los museos son parque naturales , esto se
elabora para que el espectador conosca más hacerca del
medio que lo rodea y pueda saber los beneficios que este le deja.
Y
ya todo lo que nos rodea no es más que estructura
narrativa , por solo buscar aquellas cosas que formen los métodos
expresivos y caricativos del acto.
Pareciese
que ya al final de este siglo todo se remitiera a resumir y
finiquitar la narrativa pendiente. El año dos mil nos trae
la juventud , las nuevas utopías , lo inimaginable.La
velocidad nos detiene o nos sobrepasa , nacesitamos juntar los
fragmentos, recuperar lo que se enunció ,lo que desbordó,
las materias primas de han definido en el sentido mineral y se
amontonan, el código teatral se abulta , y luego hay que
discernir sobre el preseso de narrar ; y se concluye que éste
se realiza dentro de un complejo contexto donde participan
elementos , situaciones , personales y tantos otros
inclasificables.También podemos irnos a lo específico,
a lo mínimo , a la curva de la "i" griega , pero
luego pareciese que todo se aplana , que los principios de
totalidad desaparecen y uno se enreda en este juego cubista
tratando de tomar cabos que resultan múltiples y no guían
hacia una madeja donde el laberinto conceptual nos
engulle.Entonces se opta por la continuidad de la reflexión
y la reprodución de un manifiesto como en los viejos
tiempos.
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